sábado, 20 de agosto de 2011

URKUPIÑA: ENTRE LO `ANDINO` Y `CATÓLICO`



Por: Martin Miguel Ballivian

Decenas de yatiris aguardan a la entrada del santuario a los creyentes que llegan con la representación de sus futuras posesiones para la ch’alla. “Que sea en buena hora y se cumplan los deseos”, es la frase de rigor con la que se acaba el rito andino. Luego viene la bendición católica. La razón, (Edición Digital - Miércoles, 17 de Agosto de 2011).

A manera de introducción
Ni bien se levanta el telón de la festividad de Urkupiña comienza a fluir el mar de ilusiones de al menos medio millón de peregrinos que, cada año, se convierten en protagonistas de una tradición, que comenzó antes de la llegada de la cruz, la espada y el lenguaje a estos valles, y que ha sobrevivido al tiempo. Su historia está atada al cerro de Cota, donde la Virgen de Urkupiña se le apareció a la pastorcita. Desde entonces, el lugar en la actual provincia de Quillacollo a 15 Km de la ciudad de Cochabamba, es el sitio de rituales andinos y católicos que evocan a la fertilidad, el capital y otros anhelos más personales de los devotos.
Una multitud de fieles devotos de la Virgen y de sus propias herencias ancestrales caminan a paso lento por la gran avenida que conecta con el templo católico y el cerro donde terminarán su caminar con la puesta en práctica con preponderancia los ritos andinos, que en el tiempo se fueron re-construyendo.
Es el día de la fiesta, 16 de agosto donde el sol radiante se hace sentir, al igual que la profunda voz del yatiri, que va alternando el aymara con el castellano. El especialista andino está situado en su puesto de venta y ch´alla que es su principal rol. El objeto de estudio de esta corta investigación está a unos 300 metros del Santuario, la mesa o el puesto, está rodeado de varios clientes que esperan su turno para hacerse bendecir y ch´allar, con los elementos andino-católico.
En este sentido, el trabajo escrito inherente a Urkupiña, fiesta que ya tiene un sincretismo andino-católico, se iniciará destacando las transmisiones de los saberes indígenas en la práctica ritual de la ch´alla y la bendición por parte del yatiri, desde sus múltiples identidades. Se identificará también las asociaciones simbólicas entre la contrastación de pareja como el hombre y la mujer o el señor de las lágrimas en la derecha y la Virgen de Urkupiña en la izquierda, y en el centro los elementos andinos. Y finaliza el trabajo, destacando la existencia de mujeres yatiris en la práctica de estos saberes heredados y resignificados en el tiempo.
1. Yatiri: de la transmisión de los saberes a la práctica ´desde´ sus identidades.
¿Se nace o se va haciendo en la vida el Yatiri?, entiendo que ambos son factores que definirán a la/el yatiri, la respuesta nos la da, Félix Layme Pairumani, en un artículo referente a ´´ El retorno de los yatiris´´, publicado por el periódico La Razón:
Son personas que han nacido destinados o han sido anunciados después de nacidos. Muchos de ellos pueden haber sido blanco de un rayo y sobrevivido, algunos nacen con ciertas señales en el cuerpo, otros se van formando en el transcurso del tiempo y pueden saber en sus sueños las manifestaciones de que han sido elegidos por los wak’as y que por ello tienen ciertos poderes para ver el pasado, presente y futuro y diagnosticar las dolencias físicas y espirituales de los miembros de su comunidad.
El destino innato de haber nacido con el don o ir formándose en el tiempo, en ambos procesos que Peter L. Berger y Thomas Luckmann (1979), lo llaman socialización primaria y secundaria, que mediante ´la internalización´ que propician las personas mayores, en el caso del niño (a) o las instituciones como el sindicato, la escuela, etc, en el caso de los niños y hasta edades avanzadas. Se internalizara al sujeto-yatiri varios significados. ´´ (…) la internalización se refiere a la significación. Yo no sólo comprendo los procesos subjetivos momentáneos del otro: ´´comprendo´´ el mundo en él que vive, y ese mundo se vuelve mío´´.
En el caso de nuestro objeto de estudio uno de los varios yatiris en la fiesta de Urkupiña, esté ha tenido que pasar necesariamente por un proceso de socialización primaria y secundaria. El yatiri en su puesto de trabajo nos comento lo siguiente:
´´Es la sahumada son de los abuelos que hemos tenido de los antepasados nos han dejado esa herencia a nosotros yo soy hijo de uno de mis abuelos. Mi abuelo era un señor Yatiri era de Charaña Chile de dónde venimos nosotros, venimos con fe con una mano buena. La Pachamama es realmente cosa que según nuestros abuelos la tierra en agosto se abre. (E1- URK 16-08-2011)
Este yatiri tuvo que identificar los significantes que le fueron transmitiendo sus abuelos, en un contexto ´andino´ que le fue favorable en la asimilación de los saberes, como el sahumerio, el entender a la tierra-Pachamama, que en determinadas fechas del año esta de hambre. Este proceso que inicia en la niñez donde ´´ (…) Sólo le queda al niño identificar los significantes´´ (BERGER y LUCKMANN, 1979: 171) y concluirá con la socialización secundaria, donde el yatiri tuvo que ir internalizando otros sub-mundos que estarán. ´´Ligadas a la división del trabajo y la distribución del conocimiento´´. (Ob. Cit. 1979: 174). Que le han definido roles ligadas a la práctica del hacer y ser las ritualidades, desde un aprender de lo andino y lo católico, por ejemplo el uso de la campana, como se pudo observar en la actividad que el yatiri realiza:
El señor que hace las challas en el momento de poner el material en el incenciario hace sonar una campanita. (OBS1-URK 16-08-2011)
El rol del yatiri está muy ligada a un sincretismo de su mundo lo andino, digo ello, porque es heredero de sus ´antepasados´ y del mundo católico que le fue heredado y adquiriendo en los procesos de socialización, como bien lo menciona: ´´Pues la campana que empleo es para que traiga suerte estamos llamando a la suerte y haciendo retirar malos espíritus. (E1- URK 16-08-2011).
Este constructo del ser yatiri desde la infancia, aunque uno nace con el don de serlo, se va fortaleciendo en estos procesos sociales, que le definirán sus identidades por el hecho que en la cotidianidad de su contexto Charaña-Chile y en el contexto de la fiesta de Urkupiña, donde va realizando su rol. El yatiri actuara en base a un cumulo variado de identidades. ´´ Todos tenemos distintas identidades, esta diversidad o los tipos de identidades pueden observarse en la vida cotidiana. (BERGER y LUCKMANN, 1979: 216), identidades que determinaran su accionar en el momento del rito de la ch´alla y bendición de los materiales como ´la trenza de la buena suerte´, casas, autos, etc. que sus clientes-peregrinos le van entregando.
Los saberes aprendidos por el yatiri, son puestas en prácticas, misma que llega a formar una cadena de socialización, ahora, en este caso para con su hijo a quien pudimos verle ayudar a su padre:
El señor que funge de yatiri va challando y bendiciendo con voz fuerte los materiales que le van entregando la gente después de comprar a un joven que se encuentra en el sector de las casas y autos y en el otro extremo se encuentra una señora que vende materiales como billetes, maletas, entre otros. Las dos personas parecen ser familiares del señor que bendice, ya que cuando había una pausa en la bendición le dijo el joven papá. (OBS1-URK 16-08-2011)
Si al joven le interesa o hay una actitud de quierer aprender lo que su padre hace, con esta impresión de lo que observé me da entender, que los yatiris se van haciendo y a decir de Félix Layme´´ No son pocos los que hoy en día suplantan a los genuinos y pocos sabios originarios´´, los que el conocimiento puede irse modificando para bien o mal, para lo inminentemente solidario o comercial, el asunto es que no ahondaré en este sentido.
Aunque, todo dependerá como en el caso de los Arakmbut de la Amazonia peruana, que el adulto combinase la fortaleza física-espiritual y conocimiento del universo llega hacer muy respetado por la familia y su comunidad. Si ello sucede en el caso del hijo respecto de su padre yatiri, el conocimiento-saber que se va manifestando, llegará a internalizar los significantes y por consiguiente la construcción de sus identidades con matices andinos, católicos y otras emergentes que van reconstruyendo al ser y hacer de las personas.
2. Lo ´andino´ y lo ´católico´ presentes en Urkupiña en el ritual de la mesa
Desde el 31 de julio ya se da inicio a las ch´alllas, en lugares como los Yungas, el Altiplano paceño y el Valle cochabambino, donde el mes de agosto celebra la fiesta de Urkupiña, es el tiempo adecuado para darle de comer a la tierra y que necesita que se le pague por todos los bienes que de ella viene. Se da de comer mediante los ritos que en muchas ocasiones se unen un una mesa con elementos católicos y andinos, para ir analizando este acápite, me apoyo a la investigación de Alison Spedding P. (2008) en ´´Religión en los Andes: Extirpación de idolatrías y modernidad de la fe andina´´.
Si vemos hoy las prácticas rituales, tienen de ambas partes, elementos centrales y de importancia para el peregrino, todo ello tiene sus orígenes historicos, una más que otras impuestas y resistidas. ´´ (…) El catolicismo fue impuesto a partir del siglo XVI, pero se sabe que los Inkas también impusieron varios cultos (al Sol, en particular) ´´ (SPEDDING, 2008: 20).
Los elementos andinos (la vestimenta, los ritos tradicionales) y católicos (santos y vírgenes), llegan hacer ´´dos componente de un solo sistema (…) ´´ (Ob. cit. 2008: 21)
Entonces, la practica ritual que hace el ayatiri en Urkupiña, está en fusión de diversos elementos de origen cristiano (que no solo es inherente a lo católico sino evangélico). El Yatiri a quien observe llevaba en su pecho una cruz, manejaba una campanita como la que usa el monaguillo en la misa, se vio también en la mesa, figuras como el Señor de las Lágrimas y la Virgen de Urkupiña:
En el centro estaba un señor que llevaba ropa típica de la cultura aymara, que predomina en su suéter el color verde, que acompaña en su pecho una cruz grande de madera y con la silueta de Cristo en metal blanco amarillento. (OBS1-URK 16-08-2011).
La iconografías católicas están presentes en espacios individualizados como el cuerpo del yatiri (el crucifijo que lleva), en la mesa (el santo y la virgen), hasta un santuario, donde es visto masivamente y que llega a constituirse ´´como símbolo de identidad regional, local y centros de peregrinaje, como la Virgen de Copacabana en La paz, la Virgen de Urkupiña en Cochabamba entre otras´´ (SPEDDING, 2008:131).
Pero estos elementos que forman parte de la mesa, se vivifican con el lenguaje del yatiri, que en lo observado, se destaca la presencia de estos dos mundos, entre lo católico y andino, cuando dice el yatiri ´´ch´alla´´ o ´´bendice´´:
-Yatiri (Ch´alla 01): (…) Todo este año que la mamita le de mucha suerte trabajo, que se haga realidad vamos a challar.
-Yatiri: (ch´alla 02) que sea en buena hora y buena suerte que se haga realidad, bendiciones a esta familia que vino con toda fe y con toda devoción, con todo corazón. El señor de las lagrimas que le dé bendiciones la mamita virgen de urkupiña le dé bendiciones, suerte, salud, trabajo más dinero, acá está más suerte. (OBS1-URK 16-08-2011).
El lenguaje, denota que no existe una contradicción de lo que hace el yatiri, es tan natural el Ch´allado y las bendiciones, que se invoca a los espíritus y a la ´mamita virgen´ , como él mismo yatiri, dice: ´´(…) Con suerte la mamita de Urkupiña, le da muchos milagros, con el señor de la lágrima da muchos milagros´´.(E1- URK 16-08-2011), quien pide suerte para los deseos humanos, como la salud, el amor y los componentes tangibles como lotes, casas, autos, billetes, etc.
Para la gran mayoría de católicos populares, tampoco ve contradicción alguna entre hacer una ch´alla con el yatiri invocando a la Pachamama o los achachilas y asistir a una misa para que el sacerdote católico bendiga su ´trenza de la suerte´ o sus billetes, como uno de los devotos que nos comenta lo siguiente:
Estoy llevando lo mismo del año pasado, suerte trabajo y más que todo salud no, eso es lo que más se pide a la virgen. Después al calvario iré a sacar la piedrita también, bueno que es tradición sacar todo eso y hacerlo bendecir y luego retornar a casa. Hago bendecir con la virgencita y bueno ahí están los padrecitos, delante de la virgen lo bendice y bueno lo retiramos. (E3- URK 16-08-2011).
Por lo tanto, los elementos y practicas andinas y católicas, que hace el yatiri, se van combinando con un fin en común el de la prosperidad, deseo ferviente del devoto, hasta la siguiente fiesta. ´´ (…) A todos nuestros clientes que tenemos se ha hecho realidad, mayormente se ha hecho realidad porque hemos dado con suerte, con fe y devoción a la Virgen de Urkupiña´´. (E1- URK 16-08-2011).
2.1. La mesa posición de los elementos ´andinos´ y ´católicos´.
El lugar que ocupan los símbolos católicos y andinos tiene su razón de ser, que en el caso de la mesa observado se puede ver la posición de los elementos, que centra a lo andino entre los elementos católicos, como la Cruz del Señor que llora y la Virgen de Urkupiña:
Cuando va haciendo el rito el yatiri mueve con sus dos manos la trenza de la buena suerte de izquierda a derecha, de la parte de donde está la imagen de un Cristo, pasa por el centro donde está el incienciario, donde pone el incencio con la mano derecha y pide suerte para la familia de la persona que le dio la trenza de la buena suerte, luego mueve a la derecha donde está la imagen de la virgen de Urkupiña. (OBS1-URK 16-08-2011).
´´Estas asociaciones simbólicas, que establecen equivalencias entre una serie de parejas contrastadas –hombre versus mujer, derecha versus izquierda- pueden extenderse a oposiciones de símbolos cósmicos: el hombre es el sol y la mujer es la luna´´ (SPEDDING, 2008:167). Se destaca en el centro de la mesa el saber andino, que se manifiesta por la acción del yatiri verbalizado por un lenguaje que va alternando entre su lengua materna del aymara y la L2 castellana y entre otros ´filtros´ de experiencia socio-cultural, propiamente de los procesos de socialización. Pero también se identifican el inciencio que va produciendo el humo aromático y como SPEDDING (2008), menciona que el inciencio otorga un valor ritual de adoración y purificación, aunque este suele quemarse en ritos cristianos católicos.
En la mediación andina, de la voz del yatiri se escucho en la observación que se hizo, lo siguiente: ´´Que le de suerte, pedimos a las cuatro esquinas se bendigan con el Cóndor Mamani (…)´´.
El pedido que hace al Espíritu masculino de la casa como es el Cóndor Mamani o Kunturmamana, es una práctica muy recurrente en contextos como los Yungas y el Altiplano, donde los días martes de ch´alla, con el alcohol en mano se echa a las cuatro esquinas de la casa y principalmente en la puerta. Este saber que es muy arraigada en estos contextos de donde viene el yatiri de quien estamos estudiando, le moviliza a otro contexto como la fiesta de urkupiña.
3. ¿Hay yatiris mujeres?
No encontré mucha investigación referente al rol de la mujer como especialista andina o yatiri, de la misma manera no vi a una mujer que esté realizando el ritual en la zona de la avenida al calvario de urkupiña, donde se centro mi objeto de investigación. El género también es una construcción social, como en todas partes, los roles que determinan las sociedades tiene que ver con los procesos de socialización temprana y posterior de la que hablamos anteriormente. ´´ (…) Proceso de socialización que hace que las diferentes tareas se perciban como apropiadas para uno y otro género. (MURCIA, 2004:361).
En este sentido, ser ritualista no es vocación y práctica de varones. ´´En 1940 había referencias de una mujer ch´amakani (ritualista más poderoso/a) cerca de Chucuito, en la parte aymarahablante del Perú, y datos actuales sobre curanderos en La Paz revelan un buen número de mujeres yatiris (…) ´´. (SPEDDING, 2008: 162). Creo que la división de roles de manera muy marcada, se da no solo en el mundo andino sino en el catolicismo, donde se excluye a las mujeres de la celebración de los ritos centrales.

Por último, se puede decir que este trabajo refleja una investigación en un corto tiempo, pero que arroja a seguir profundizando los saberes indígenas (que lo fuí denominando andino), por el tema contextual que no solo abarca a un tiempo y espacio que es Quillacollo y su Urkupiña, sino que el ser yatiri denominación común en las regiones aymaras como del Altiplano y que similares costumbres tienen su praxis en los Yungas paceño, además practicados por sujetos afrodescendientes (tema que amerita investigar desde el sincretismo afro-aymara-católico) y en el quechua cuzqueño lo denominan paqu , y la interrogante hecha en el sentido de que si hay yatiris mujeres, pone de manifiesto, una idea de investigación que pueda destacar los aportes a los conocimientos indígenas por parte de las mujeres.




Bibliografía
Niño – Murcia, Mercedes
2004 “Papelito manda” la literacidad en una comunidad campesina de Huarochiri. En: Virginia Zabala, Mercedes Niño – Murcia, Patricia Ames (Editoras): Escritura y Sociedad. Nuevas perspectivas teóricas y etnográficas. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Universidad del Pacífico, IEP.

Luckmann, Thomas, Berger, Peter
1979 "La sociedad como realidad subjetiva" Cap III. En su: La construcción social de la realidad. Amorrortu editores, Buenos Aires.

Spedding P, Alison
2008 Religión en los Andes: extirpación de idolatrías y modernidad de la fe andina. La Paz, Instituto Superior Ecuménico Andino de Teología ISEAT

http://www.la-razon.com/version.php?ArticleId=135818&EditionId=2624, información periodístico consultado: 18-08-11, 11.30 am.

http://www.la-razon.com/version.php?ArticleId=61264&EditionId=1361, articulo consultado: 18-08-11, 11.30 am.





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